viernes, 8 de enero de 2010

El final de una historia...











¡Qué rápido había pasado el tiempo! Hace 10 días, cuando llegó a la estación , no valoré que teníamos todo el tiempo del mundo para estar juntos y un montón de planes por llevar a cabo. Casi no nos conocíamos y fuí a recogerle porque mis padres me lo pidieron. Era la primera vez que venía a la ciudad y sus padres se habían portado muy bien con los míos, eran amigos desde hace varios años, de forma que tuve que deshacer mis planes y llamar a mis amigas para decirles que había surgido un imprevisto y que esa mañana no podría ir de compras con ellas. Me fastidió bastante su visita, y encima durante el tiempo que pasara en Barcelona, como mis padres trabajaban, tenía que mostrarle la ciudad y enseñarle los monumentos más emblemáticos. ¡Tenía que desperdiciar 10 días de mis vacaciones para pasarlos con alguien al que no conocía de nada! Y ahora, aquí estamos: despidiéndonos en frente de la ventanilla de un compartimento del tren y agotando nuestros últimos minutos que nos quedan para estar juntos. El reloj marca las siete menos 10 de la tarde y faltan escasos minutos para que finalmente el tren parta hacia Lugo.




Sólo de pensar que dentro de poco no estará a mi lado hace que ya le eche de menos. A lo largo de estos 10 días hemos estado las 24 horas juntos en todo momento y nos han pasado tantas cosas que en estos momentos no me puedo creer que no sepa cuándo volveremos a vernos. Nos abrazamos durante unos minutos y yo no puedo evitar que se me caigan las lágrimas.



- No llores, ya verás como dentro de poco volvemos a estar juntos. Además, podemos chatear y cada vez que me eches de menos me llamas al móvil.



-¿Me llamarás?



- Por supuesto, todas las noches, para que me cuentes cómo te ha ido el día y qué has hecho. Bueno y cada vez que te eche de menos.



- De acuerdo. Pero dentro de poco pondré alguna escusa para ir a Lugo y serás tú el que tengas que venir a recogerme. Además me quedaré tanto tiempo que acabarás cansándote de mí.



- Eso nunca vida, ya lo sabes.





Piden por última vez que los pasajeros suban al tren y después de besarnos y abrazarnos de nuevo, se sube y busca el compartimento para despedirse de mí a través de una ventanilla. El reloj de la estación marca las siete en punto y finalmente empieza a arrancar. Cominzo a caminar al lado de la ventanilla como había visto en miles de películas por la tele hasta que va demasiado rápido para poder seguir su ritmo. No hace ni un minuto que se ha ido y ya le echo de menos , y es que ninguno de los dos nos imaginamos que acabaríamos enamorándonos.



-VALORES -


Alguno de los valores que han podido trabajarse con este relato son el hecho de aprovechar la situación en la que te encuentras y vivir el momento. Es una historia que trata uno de los temas principales de la ficción que es el amor. Éste aparece derepente y sin ser esperado. Al principio la chica tiene que ir a buscar a regañadientes al hijo de los amigos de su padre, por lo tanto también aparece el valor de la amistad, y al ser adolescentes puede surgir el compañerismo, entre otros muchos que podrían tratarse.

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